Los productos de iluminación activados por movimiento no son nada nuevo. Actualmente se utilizan en entornos interiores, como los pasillos de los hoteles y por los propietarios de viviendas con conciencia ecológica. Adaptar la tecnología de sensores para uso en exteriores, sin embargo, significó idear una variación mucho más sofisticada que no solo puede detectar movimiento, sino también distinguir entre movimientos insignificantes, como el susurro de los árboles y el corretear de los gatos callejeros que cruzan la calle.
"Es psicológicamente hermoso porque el sistema nunca apaga las luces, está diseñado solo para atenuarlas, sigue siendo lo suficientemente brillante para que las personas tengan una buena visibilidad y, al mismo tiempo, lo suficientemente eficaz como para lograr excelentes ahorros de costos".
Chintan Shah,CEO
Dentro de cada unidad montada en el poste de la calle hay una serie de ocho sensores diferentes, una combinación que Shah llama la "salsa secreta", que se han sincronizado no solo para reconocer los contornos únicos de las acciones generadas por humanos, sino también para transmitir señales a través de la cadena de luces de la calle para que solo aquellos que se encuentren cerca de cualquier actividad se iluminen.
Por Tuan C. Nguyen
Publicado por primera vez en diciembre 24, 2013